Adicción al juego: TESTIMONIO.

Les dejamos dos videos que Anna grabó con sus amigas.. así se dispersan un poco (?). Antes del TESTIMONIO.



Aaah, Gracias a Natusha y gracias a Pulli


Voz: Anna; La que mueve los hongos: Pulli.




No sabemos como empezar, este, es un tema muy fuerte para nosotros. Emi, qué te parece si empezamos por el principio.. De acuerdo.

Cómo comenzó todo:

Ese día estabámos con Mica y Tati.. Teníamos que ir al Abasto. Caminamos normalmente por la calle B. de repente, nos detenemos frente a un gran local, que tenía un cartel ofreciendo muchos millones de pesos. Con nuestro instinto que ama al dinero, decidimos entrar por un cartoncito, que quizás podíamos garantizar un futuro multimillonario. Ese lugar, era una Lotería, la mejor, la 18. Entramos y Tati quería comprar un Telekino, pero Anna no quería gastar tanto dinero, así que compramos una raspadita con un valor de $0,5 Un hermoso "Cachito Buena suerte", quizás al ganar instantáneamente un importe que nos satisfizo, volvimos a comprar un par de decenas de cachitos. Nuestros ojos brillaban de locura. Gritábamos, raspábamos, nos desesperábamos... Así nos fuimos enviciando de a poco. (¿de a poco? ;P). Compramos y compramos, hasta que Mica dijo BASTA, porque llegaba tarde. Entonces, con mucha tristeza, abandonamos el lugar, pero sabíamos que esa no sería la última vez que entrásemos aquel día. En el camino, nos invadió una amargura por tener a la Lote tan lejos. De repente, mirando a nuestro alreredor, nos dimos cuenta que había Lotes POR TODOS LADOS! Estamos rodeados por esas casas destruye-ilusiones. Desafortunadamente, Mica siguió firme con su decisión de seguir y debimos resistirnos a la tentación de volver a entrar a nuestras fantasias. No acampañamos a Mica al lugar, porque yo (Anna) me tenía que ir. Emi me acompañó, porque no sabía como ir a Rivadavia. Volvimos por el mismo camino, por la calle B. y por supuesto, volvimos a entrar a la 18. Jugamos hasta que nos turnábamos para entrar, porque nos daba mucha vergüenza. Resultado de aquel día: Nuestros bolsillos vacíos.

Desarrollo de la adicción...

Los días siguientes, se convirtieron en un ritual diario de raspaditas e ilusiones a la salida del Cole. Aunque sólo ganábamos $1 como mucho ¬¬. Luego descubrimos raspaditas mucho más efectivas, Genio de Las Vegas, Dardos, Etc. Con esas nuevas raspaditas ganábamos más importe, una vez, ganamos $20 de una! Todo el tiempo íbamos a varias loteríaas! Descubrimos todas las lotes de la zona. Gritábamos mucho. Gastábamos hasta nuestro dinero para viajar, y el de los demás. Eso duró un par de meses, donde diariamente jugábamos. Éramos unos diez (o más) adictos al juego. Al pasar tanto tiempo, la Lote, pasó de moda, porque se acabó (acabámos) el stock de raspaditas. Hoy en día, Emi y yo, apostamos a los números. Nunca ganamos.

A la larga, nuestros cómplices adictos, nos han ido dejando solos. Debimos recurrir a fuertes medidas para la obtención de capital destinada a los cartoncillos. Medidas como por ejemplo.. * No gastar dinero en fotocopias para el estudio. * Utilizar los recreos para poder recaudar lo más posible. * Pedir y MENTIR sobre el destino del dinero. * Utilizar la palabra mágica los últimos meses con NF. * Pedirle a extraños en la calle, incluso hasta en la puerta de la Lote. * Tuvimos la idea de fiar un par de raspaditas. * En una ocasión, teníamos en nuestro poder $9 en monedas. A Emi, se le ocurrió hacer un negocio a nuestro favor intercambiándo a un kiosquero "conocido" por un billete de diez pe. * Tomamaos otras medidas decadentes que NO vamos a relatar.

Falsas esperanzas..

Muchas veces fantaseamos con llegar al momento de saltar de alegría con un billete ganador (Hasta planeábamos los homicidios entre nosotros); también quisimos falsificar los billetes no ganadores. Si llevamos la cuenta de cuánto ganamos y cuanto gastamos, hay un gran desequilibrio, en contra nuestro, por supuesto.


Desde que vimos la Feria, nos enamoramos, fue nuestro segundo amor a primera vista; y por única vez podemos decir.. que un clavo, saca a otro clavo.

"Recuerda que, a veces, el silencio, es la mejor respuesta" Dalai Lama.