Laura estaba sentada en un banco de la estación "Retrospective", esperando por el tren. Era una noche calurosa. Se sentía cansada, luego de visitar a su padre internado. Lo cuidó toda la tarde, mientras su madre pagaba las deudas en el banco de la ciudad. Eran sólo tres en la familia.
No tuvieron mucha suerte en la vida: su padre se enferma muy a menudo; su madre tenía muchos problemas económicos. Laura, la única excepción de vez en cuando, logró ahorrar una pequeña suma de dinero y se mudó a un monoambiente un tanto alejado del centro de la ciudad.
Vivía sola en todos los aspectos. Se sentía sola en el trabajo, en su vida social, en su departamento. Muy seguido deja la TV o la radio prendida para sentir que hay alguien en la casa. No frecuenta suscribirse a redes sociales, como las que están ahora de moda, ni salir. La inquieta estar sola, pero mucho no hace por revertirlo. La nueva enfermedad del padre le ocupaba mucho tiempo, y por ello no quería prestar importancia a otros temas de segundo plano en su vida.
La estación "Retrospective" ya era un lugar habitual, no había nada que no se haya visto con anterioridad.
A lo lejos escucha el ruido, el aviso de que un tren estaba muy cerca. Sube. Escoge los asientos individuales y apoya sus pies en el sostén que está adelante de ella.
Ya va dos estaciones que se ha subido y el sol se pone por detrás de un viejo edificio.
Más adelante, en la próxima estación, se oscurece y no precisamente por el ocultamiento del sol. No está segura de que si su cerebro ha llegado a procesar todas las señales que sus sentidos sí hicieron.
Se desmaya... y tiene un largo y horrible sueño.
En su sueño se encontraba en la casa de su padre. Lo estaba buscando para felicitarle por haberse recuperado tan pronto. De aquí en adelante, los sucesos ocurridos fueron muy extraños.
Buscó por toda la casa al padre, pero no lograba hallarlo. Decide salir al vecindario a buscarlo, y lo encuentra sentado en las escaleras de la entrada. Lo encontró llorando con un diario en las manos.
Se acercó a él para poder abrazarlo y preguntarle por qué lloraba, si él ya estaba en casa de nuevo... y eso era motivo de celebración, no de tristeza.
Se acercó, pero él se paró y caminó hacia el interior de la casa dejando el diario en las escaleras.
Ella tomó el diario y evitó salir corriendo en búsqueda de su padre para preguntarle el por qué de su indiferencia. Se sentó en las escaleras algo preocupada. Mejor dicho, bastante preocupada.
Leyó los encabezados principales y luego fue a la sección "Noticias locales". Fue alli donde lo oscuro invadió su ser; fue allí donde lo oscuro penetró su corazón sembrando una bruma negra. Un sendero negro del cual no hay retorno.
El artículo principal informaba sobre un accidente de tren en la ciudad. Se encontraron muchas personas en los andenes... pero TODAS muertas. Hacía énfasis en la muerte de una periodista local que viajaba en dicho tren. Una periodista llamada Laura Di Zorinno.
Corrió hacia el encuentro con su padre, pero ya era demasiado tarde.
El muy golpeado por la vida no soportó tanto dolor y decidió dormir para siempre quitándose la vida de un tiro.
Al verlo allí, tirado sobre la cama descansando inmerso en la eternidad sintió una fuerte presión en el pecho.
Después de esto, nada. Una pantalla en negro frente a sus ojos... y despierta de aquel desmayo inesperado. Un agente la despertó.
No logró entender lo que sucedía. Miró a su alrededor, y sólo vió gente herida, personas siendo socorridas por la atención médica profesional.
Se preguntó que sucedió, y que si realmente despertaba de una pesadilla, o si estaba por vivirla.
Le informaron, (al entrar en sí), que el tren sufrió desperfectos. Una falla técnica que provocó el descarrilamiento y por consiguiente el choque. Alli la razón de su repentino desmayo.
Al finalizar la observación médic, decidió visitar a su padre al hospital.
Muy débilmente se transportó en el bus.
Llegó. Va hacia la habitación correcta, y allí lo ve. Durmiendo, posado sobre la camilla. Se encontraba solo. Supuso que su madre se había retirado para hacer los deberes domésticos aprovechando que su padre estaba descansando.
Se sentó en un sillón junto a la camilla, y le tomó la mano.
Suspiró, rió por dentro y se dijo: -"¡Qué experiencia más rara!".
Con ayuda del Colo. Gracias. Emi.
domingo, 7 de febrero de 2010
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Che, gordo, me encantó. Te extraño! Cuándo nos vemos?
ResponderEliminarEspero verte YAAAAAAAAAAA.
Juntá dinero (?) o ropa pa ir a la fé.
Sos TODO.
Nota: tengo novedades del Fanta :S
Anna.