Instantáneamente entré en un estado mejor... hasta divertido diría, pero suena exagerado.
Acordamos encontrarnos, porque las conversaciones por celular me irritan, cuando podemos hacerlo personalmente. Tomar un café, o ir a la plaza... pero ¡No! usar el teléfono como medio comunicativo. Me dijo que nos encontráramos a las 21 hs. en un barcito, en la esquina de Portsmouth y la 3ra. Asique me tomé todo el tiempo para prepararme, ponerme linda... y quizás, quién diría, ir a su casa.
Llegué un poco ansiosa... qué digo un poco, ¡re ansiosa! Esta vez tenía el pálpito que nada entorpecería la cita y todo terminaría con un final feliz. Pero no como esos de las películas norteamericanas, que el Principito se queda con la flaca hermosa, les proponen casamiento, se mandan a mudar juntos y tienes hijitos perfectos. No, mi final va a ser distinto. Me basta con que terminemos viendo una peli de Almodóvar en la camita, comiendo helado de chocolate bañado con confites. Soy feliz con eso.
Me descambié y me metí rapidito en la ducha de agua caliente porque hacía bastante frío. Tardé 20 minutos. Salí, me pase crema como una exagerada por todo el cuerpo, y llegó la crisis: ¡¿Qué ponerme para tapar todos estos rollos?! "Algo negro... mmm, voy a parecer una viuda. Algo clarito... no me gustan los colores claritos para las prendas de ropa. Peor, me hacen más ancha de lo que soy".
Di vuelta todo el armario, y lo más pasable que encontré fue un jean oscuro y una remera manga larga con unos detalles floreados y un sobretodo negro. Pensé en ponerme chatitas, pero hacía mucho frío, y me puse unas zapatillas de cuero. De un color azul marino, como la cartera... por supuesto. Me maquillé como para ir a la mejor fiesta de todos los tiempos. Salí con el tiempo a mi favor, por lo que decidí caminar un poco. Pensar en qué podría comentar, de qué temas prefería no hablar... Tanto pensé que, cuando miré el reloj, faltaban 10 minutos. Me tomé el primer taxi que se me cruzó, y llegué 5 minutos tarde... algo agitada por la desesperación de llegar y no encontrarlo.
Entré, y miré para todos lados. La recepcionista se me acercó y me preguntó si tenía reserva. Le dije que lo buscaba a él, y ella me alivió por un momento... diciéndome que él no había llegado todavía. Me llevó hasta una mesa, y no quise pedir nada para tomar, para no quedar mal educada.
Si tan sólo hubiera pedido algo calentito para tomar, se hubiera enfriado con el tiempo que ese pelotudo me hizo esperar. Pasaron 15 minutos, 20, 30. Basta, yo no soy como la boluda de la bella durmiente que espera que el pelotudo del Príncipe venga a besuquearla y se la lleve a su rancho. No, este verdugo se las va a ver.
Lo llamo a su teléfono móvil antes de irme del bar. (Para todo esto, la recepcionista me miraba con una cara amenazante, como diciendo: ¡Gorda, date cuenta que te dejaron plantada. Si no te comés algo, te vas, que me estás ocupando lugar con tu culo gigante!)
No me atiende el muy puto. Lo llamo a la casa. Pienso que si no me atiende podría estar por llegar, pero prefiero que sí me conteste para cagarlo a puteadas. Después del primer llamado a su casa, intento de nuevo... y el muy perro atiende.
-¿Quién es?
-¡¿Que quién soy, pelotudo de mierda?!
-¡Pará loca! ¿Quién te pensás que sos para insultarme?
- Ah, claro. ¡A mí me decís loca! ME DEJASTE PLANTADA, ¡IDIOTA!
- Uh, cierto. ¡Qué boludooo! Me re olvidé. Perdonaameee!
- ¡Qué perdoname, boludo! ¿Cómo te olvidaste que hoy nos ibamos a ver?
- No sé, salí cansado del laburo. Vine a casa a du...
- Qué me importa lo que te pasó, ¡pelotudo! Andate a cagar pedazo de salame.
- Hey, ¡no te enoj...
(Fín de la llamada).
Aturdida y con un hambre de cagar, me fui de ese bar de mierda. Me fije la hora en el reloj, y pensé en ir a comprar algo a un súper ya que no era muuuy tarde.
"El muy puto se olvidó de mí, claro. Es muy fácil olvidarse de la gorda boluda".
Entré a un Disco, y agarré un carrito en vez de un canasto. "Esta vez, me voy a comer de todo" -pensé.
Me llevé una torta mediana de selva negra, queso y dulce, unos paquetes de galletitas "Tentación" para cuando esté en la cama, y muchos bon o bon. Llegué a casa, me descambié. Hacía frío, pero de la bronca, tenía un calor de la puta madre. Prendí la TV, y puse una peli... (porque las pelis que pasan por el cable son berretas, y ver canales de política, paso). Me senté un rato en la mesa, y mientras miraba "Vicky Cristina Barcelona" me estaba lastrando la torta. Me cansé de estar sentada y me fui a la cama con los paquetes de galletitas.
Terminé con bronca, pero al menos... sin hambre.
---> Un poco loco para escribir esto, ¿no?
Te amo Anna. Gracias por ser como eres conmigo, por soportar mi mal humor (tan repentino, tú sabes a lo que me refiero), por decirme que la ropa me queda estupenda cuando me hace más rancio (la de la fé, obvio), cuando nos miramos sin decir nada y sabemos qué es lo que nos queremos decir, por haber hecho este blog conmigo... a pesar de la ranciedad que los dos destilamos, y la locura que nos une. Te amo, espero cantarle a las Paltas contigo... porque me dijeron que cuando les cantas a las Paltas, te sonrien. Te amo y punto.Emi-Anna.


Esto esta basado en una historia real?
ResponderEliminarEres hermoso. Me encantó!
ResponderEliminarTe amo, ahora estás dormidito ;)
Anna.
Bueno no soy de visitar blogs, pero me llamó la atención e ingresé. No sé si es real o inventado, pero me encantó la narración. El blog está muy bueno, mis felicitación también a Emi.
ResponderEliminarYo escribó textos de similar temática.
" No, mi final va a ser distinto. Me basta con que terminemos viendo una peli de Almodóvar en la camita, comiendo helado de chocolate bañado con confites. Soy feliz con eso. "
soy más seguidor de W. Allen, que de Almodovar. Aunque ya que estamos nombrando Buñuel me encanta. Pero en fin, comparto el deseo del mismo final, por así decirlo.
Tras ser deborado injustamente por cinco mosquitos suicidas, me despido.
"El amor sin pecado es como el huevo sin sal." L. Buñuel.
Un beso.
Con respecto "Un poco loco para escribir esto, no?"
ResponderEliminarNo.
Es por nuestra locura de perros, que dia a dia podemos distanciarnos de la rabia del cuerdo. :)
Pablo, te contesto.
ResponderEliminarEl texto lo escribí yo, Emi.
Me alegra que te haya encantado la narración. Espero que también disfrutes de las demás historias que escribiré y subiré al blog.
Por cierto, la historia es inventada. La escribí en una noche... y como me quedó linda, la subí. Espero subir más con el tiempo.
Y con respecto a tu respuesta a la pregunta... jaja! Estoy de acuerdo con eso.
Gracias por pasarte! Nos vemos pronto!
JAJA, me dejée llevar por la foto de Ana abajo y con lo de un poco loco para escribir esto, hizo como una simbiosis. Y pensé que lo escribió ella. te felicito Emi, escribís re bien, muy original :) . un abrazo.
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